La intuición del corazón

Cuando te dejas guiar por la intuición del corazón, te mantienes en el sendero que tu alma ha venido a transitar.

Elijo escuchar mi corazón

¿Cuántas veces hemos escuchado que el corazón nos hace débiles, o la expresión «usa la cabeza y no te dejes llevar por tu corazón»?

Lamentablemente estas palabras han ido echando raíces hasta consagrarse como parte de nuestras creencias. Hemos estado durante demasiado tiempo desconectados de nuestro corazón, sin duda nuestro mejor guía, para comportarnos en algo muy parecido a vulgares autómatas, anulando cualquier sentimiento o emoción por un frío e insensible razonamiento.

De esta forma el corazón ha sido acallado e ignorado. Sin embargo, fiel a nuestra Esencia, el corazón continúa ocupando el lugar que le corresponde: el altar de nuestra Divinidad.

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Ego vs Ser

Al contrario que sucede con el ruido estruendoso que utiliza el ego, la voz del corazón se deja sentir sutilmente, de una manera suave, melodiosa, casi acariciando cada uno de nuestros sentidos. Es la voz de la intuición que nos marca, cual brújula, el camino siempre correcto. De hecho, cada vez que nos desviamos de nuestra trayectoria capta nuestra atención.

Sólo abandonando el camino errado podremos regresar a la ruta marcada, aquella que nuestra Alma ansía transitar.

En un principio estas llamadas son muy sutiles, y para poder hacernos eco de ellas necesitamos estar cien por cien presentes, o lo que es lo mismo, siendo conscientes el máximo tiempo posible del instante en que vivimos. Cuando obviamos estos primeros mensajes los siguientes avisos crecen en intensidad, y si aún así no son escuchados, acabarán manifestándose de alguna otra forma más contundente:

A través de nuestro cuerpo, mediante un síntoma o una enfermedad.
Por medio de bloqueos existenciales como pueden ser problemas laborales, de pareja, económicos, etc.
Trastornos de comportamiento, miedos, fobias, dependencia emocional, etc.

Toda tu vida habla de ti

El Universo teje sus redes. Realmente resulta asombroso cómo cada parte enferma de nuestro organismo expresa el conflicto que, a nivel tanto intelectual como emocional, no hemos sabido o podido resolver.

Esto, lejos de ser un despropósito, termina por ser en muchos casos la única manera posible para que, de una vez por todas, volvamos al que es nuestro camino, cada cual el suyo.

Cabría formularnos las preguntas de por qué y para qué la Vida nos lo hace saber mediante una enfermedad o un sufrimiento:

Para que, ya que prestamos atención a nuestro cuerpo y damos tanto valor a nuestras relaciones, podamos ser conscientes de lo que estamos haciendo de nuestra vida sin enterarnos siquiera de ello.

Porque, lamentablemente, el grosso de los seres humanos despierta tras una fuerte sacudida, de tal forma que se hace preciso tocar fondo para resurgir con el empuje necesario a la superficie.

Reflexiones

Guíate por tanto de tu intuición, sabia y amorosa, que te hará decidir en todo momento la mejor opción para permanecer en el camino correcto. Y a medida que lo hagas te darás cuenta de que en esa senda, tu senda, todo son ventajas.

Puede que al principio resulte un tanto dificultoso: es normal. Como te digo, llevamos demasiado tiempo actuando de una manera equivocada. Pero verás que es como montar en bicicleta, pues una vez aprendido nunca se olvida. Es importante que consideres que, aunque tú no lo recuerdes, también hubo un tiempo en que de dejabas llevar por las instrucciones de tu corazón.

Quizá te das cuenta que por momentos se te olvida. Pues bien: ¡felicidades! Si eres consciente de ello es que el mensaje ya se ha implantado en ti. Y, lejos de frustrarte, vuelve grácilmente a intentarlo una y otra vez, hasta que se convierta en algo rutinario en tu día a día.