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¡Quiero vivir mi vida!
Los pensamientos y vivencias que tienen nuestros padres en el momento de nuestra concepción, gestación y nacimiento, están influyendo nuestra vida presente.
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Ya te he hablado en artículos precedentes del Proyecto Sentido Gestacional, y de cómo la expectativa inconsciente que los padres proyectan en el niño determina su vida.
El Proyecto Sentido Gestacional es una prolongación del Transgeneracional, y aunque tiene sus propios parámetros de observación, su directriz está enfocada a reparar los sufrimientos del árbol genealógico.
Y es que la búsqueda tanto de los padres como de todo el sistema familiar, siempre a nivel inconsciente, está supeditada en su totalidad al mito familiar, con la única finalidad de preservar la supervivencia del árbol adaptándose de la mejor manera posible a su entorno.
¿Qué entendemos por “proyecto”?
Para que puedas darte cuenta de la profundidad del Proyecto Sentido Gestacional, has de comprender lo que se entiende por “proyecto”. Lo veremos con un ejemplo:
En 1888, John J. Loud, descubridor del bolígrafo (¿oíste hablar de él? 😉 ), antes de materializarlo lo recreó en su mente. Es decir, primero fue la imagen (con la intención y el sentido, en este caso de ser un útil de escritura de tinta), y después su creación. El objeto de su invención tenía que estar adaptado al sentido para el cual fue creado (escritura con tinta).
En la concepción de un hijo sucede exactamente lo mismo. Antes de ser concebido incluso, ya existe una intención, un proyecto (consciente o inconsciente), que lleva impreso la historia del clan familiar y de cuanto está sucediendo en la vida de los padres, y más específicamente de la madre (deseos, pensamientos, sueños, conflictos… situación emotiva en general). Pero sigamos un poco más con el ejemplo anterior.
El primer bolígrafo únicamente podía expresar el sentido para el que fue creado. No para ser utilizado como linterna, ni como reloj, ni como ninguna otra cosa más. Si quisiéramos utilizarlo de otra manera o añadirle otra función, sí o sí tendríamos que idear un nuevo proyecto.
¿Sabes ahora a qué me refiero? ¡Efectivamente!
En tanto en cuanto no cambies el proyecto que tus padres trazaron para ti, serás fiel al sentido que te dieron.
Fieles al sistema familiar
Gran parte de los proyectos que nuestros padres nos transmiten, acerca de lo que ellos están pensando y sintiendo en el periodo que abarca el Proyecto Sentido Gestacional, reductos a su vez de lo acontecido en el clan familiar, son proyectos dolorosos y difíciles de llevar. Aun así los cumpliremos de manera automática (y por supuesto inconsciente) por fidelidad familiar.
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El periodo correspondiente al Proyecto Sentido Gestacional transcurre desde nueve meses antes de la concepción (ya sea ésta o no consciente), la gestación, y hasta tres años después de que el niño nazca. En consecuencia, también hemos de tener en cuenta cómo se ha llevado a cabo la fase correspondiente al nacimiento.
La información que te expongo a continuación se sostiene en la clasificación que realizó el dr. Salomon Sellam. Este artículo se complementa con los siguientes:
Hijo basura
Todos sabemos para qué se emplea un cubo de basura. Efectivamente, en él tiramos lo que no nos sirve. El hijo basura es el que carga con los asuntos sucios del clan, absorbiendo las emociones tóxicas de su entorno.
Se trata de la persona que es demandada cuando aparece un problema, pero no tenida en cuenta en las celebraciones. Siente que únicamente se acuerdan de ella para solicitar su ayuda en alguna gestión.
El hijo basura tiende a retener líquidos, por lo que en muchos casos son personas con sobrepeso u obesidad. Ten en cuenta que el agua a nivel biológico es utilizada para limpiar, y este niño ha de diluir muchas toxicidades emocionales.
El sobrepeso también habla de protección: “necesito protegerme en este ambiente tóxico, hostil”. El aprendizaje pasa por aprender a expresar sus necesidades y poner límites, para soltar la carga que no le corresponde.
Hijo esponja
A diferencia del anterior, el propósito del “hijo esponja” es el de absorber “las lágrimas” del árbol: tanto los golpes duros y las muertes abruptas que dejan un duelo no hecho, como las emociones exacerbadas y no gestionadas sobre todo de la madre. Si alguien sufre, él absorbe su tristeza. Si mamá está rabiosa, él absorbe su enfado (y destroza sus juguetes).
A decir verdad, todos los niños hasta una determinada edad actuamos como esponjas. Ten en cuenta que hasta los siete años tomamos como cierto cuanto vivimos: sin cuestionamientos, sin juicios, sin filtros. Es una información que se acomoda en nuestro inconsciente como REAL desde entonces y para toda la vida.
Si tú le preguntas a un niño tan pequeño qué le ocurre, posiblemente rompa a llorar. Él siente lo que siente, pero no puede o sabe expresarse (¡afortunadamente también es verdad que esto ya está cambiando, gracias a unos padres que han comenzado a mirarse y a sanar sus heridas!).
La vida del “niño esponja” es frustrante y dolorosa. Siempre habrá alguien a quién inconscientemente asista para que descargue su emoción, emoción con la que carga. Y al igual que el “niño basura”, retener emociones ocasiona que acumule líquidos.
Su aprendizaje pasa por aprender a filtrar y procesar de manera constructiva las emociones, diferenciando lo que es propio de lo que no lo es. De lo contrario, el universo emocional que lo embulle puede culminar por sumirle en el caos.
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Hijo síntoma
Gestiona los acontecimientos problemáticos de la familia a través de una enfermedad, entre las que se incluyen las «genéticas». Es decir, el niño expresa con su síntoma un asunto o conflicto del clan sin resolver.
El cuadro sintomático de lo que llamamos “enfermedad”, tenderá a repetirse transgeneracionalmente en tanto en cuanto no se tome conciencia del conflicto biológico que lo origina, y se libere.
Y dentro del clan se encuentra también papá, y siempre se encontrará mamá. En este caso es sumamente importante estudiar el Proyecto Sentido Gestacional, y dar comprensión a lo que la madre experimentó emocionalmente durante el periodo que lo abarca:
- El ambiente en el que fue concebido.
- Relaciones con la pareja y familiares allegados.
- Miedos, separaciones, rechazos, etc.
Hijo consuelo
Es concebido para paliar la soledad en la que vive la madre, y ocasionalmente el padre. La madre vive para el hijo, y él contrae la obligación de vivir para la mamá.
Hijo de sustitución
En © Descodificación Biológica Integrativa (DBI) denominamos “fiestamanía” al imperioso deseo sexual tras la muerte de un familiar querido, como puede ser un abuelo o abuela, un hijo, un embarazo no llegado a término o un aborto. Se trata entonces de un fenómeno natural inscrito en el cerebro de todos los seres vivos (funcionamiento arcaico de supervivencia): si falta alguien tenemos que reemplazarlo.
Al hijo resultante concebido para suplir el vacío de la pérdida, se le conoce como niño de sustitución, de reemplazo o yacente horizontal (en el caso de la muerte previa de un hermano), o vertical (cuando el fallecido es de una generación anterior).
El niño de sustitución tiene como función reemplazar al muerto, y con ello hereda su proyecto de vida. No es el muerto que ha vuelto, es el clan que ha sufrido y no quiere que se vaya.
Se trata de la persona que se siente sobrecargada, a menudo indecisa sin saber bien qué camino coger puesto que no vive un solo destino, sino dos: el suyo propio y el del miembro al que sustituye.
Y cómo inconscientemente “debe su vida” a la muerte del otro, no se siente con el derecho a tener placer, o a destacar por sí misma. Además de todo lo expuesto, a la vez se hace uno con la melancolía y la tristeza de la madre.
Eventual hijo de sustitución
Inconscientemente el hijo se concibe cuando existe el riesgo de que muera otro de los hijos ya nacidos, a fin de que le sustituya. Al igual que el yacente, el eventual hijo de sustitución crecerá sin encontrar sentido a su vida, y presentará sus mismos síntomas de tristeza y melancolía.
⌈ Clic en enlace → Saber más acerca del yacente ⌉
Hijo remedio
Es el hijo que nace para curar a otro hermano. Un ejemplo sería el de necesitar un trasplante de células madre. La profesión que más tarde desarrollará este adulto estará vinculada a la medicina (enfermera, terapeuta, médico, técnico de laboratorio, farmacéutico…).
Siendo la de salvador por tanto su misión de vida, estará más volcado en lo externo (lo que los otros necesitan) que en sí mismo. Su aprendizaje pasa por autoimponerse límites en su darse al otro.
Hijo parentalizado
Hablamos del hijo al que en la dinámica familiar se le ha asignado el rol de padre o de madre, ocupando en consecuencia un lugar que no le corresponde. Por ejemplo, soy la mamá de mi mamá porque está enferma y la tengo que cuidar.
Hijo bastón de la vejez
La intención consciente o no de la madre, es tener un hijo para que cuide de ellos cuando envejezcan. Acostumbra a ser el mayor de los hijos, o el más pequeño sobre todo cuando la madre inicia el final de su edad fértil. De constitución fuerte (hombros y caderas anchas), y en muchos casos con sobrepeso, esta persona se alza como el firme bastón en el que apoyarse. Su proyección interna hace que se sienta por encima de sus padres, infravalorando sus capacidades.
En su vida adulta será aquel que se enamore de personas infértiles, o que eviten comprometerse, o que residan a muchos kilómetros de distancia. ¿Por qué? Porque el mandato interno les impide independizarse para formar su propia familia. Y en caso de hacerlo vivirá cerca de sus padres y antepondrá sus necesidades a cualquier otra. Este movimiento se expresa de manera clara e inequívoca en las Constelaciones Familiares.
Es muy importante considerar este Proyecto Sentido Gestacional para poder soltar el proyecto inicial, e iniciar el propio sin culpa. De lo contrario la tendencia será a permanecer en el nido, o a encontrar justificaciones para regresar.
Hijo mosquetero de la reina
Cuando la madre siente temor porque el marido es violento, no la protege, está ausente o sencillamente no hay marido, el hijo pasa a ser su defensor. Pasa su vida en guardia para acudir raudo a la llamada de la “reina”, puesto que así reza en el contrato inconsciente.
Y como esta demanda está muy por encima incluso de su propia familia, ya estarás dilucidando que su vida afectiva será problemática. Repitiendo hacia su familia creada el mismo rol de ausencia que mantuvo su padre. El aprendizaje deviene de la integración y equilibrio de sus polaridades: masculino y femenino.
Hijo pegamento
Hablamos del hijo que se concibe para salvar el matrimonio, el último recurso que papá y mamá utilizan para evitar separarse. En su vida adulta tenderá a atraer situaciones conflictivas para cumplir con su rol de intermediario. Podremos encontrarle en profesiones como la de asesor, mediador familiar o juez de paz, entre otros.
⌈ Clic en enlace → ¿Qué reparas con tu profesión? ⌉
Reflexiones
¡Cuánta información nos deja el Proyecto Sentido Gestacional, y qué importante conocerlo!
Seguramente hayas sentido que resuenas con alguno de los roles que describen los distintos caracteres, y te preguntes, ¿qué he de hacer ahora? Pues bien, la respuesta es lo que ya estás haciendo: tomar conciencia, porque nadie puede cambiar algo que no sabe que existe.
A continuación, libera este patrón con agradecimiento. De alguna forma tú elegiste nacer en el seno de tu clan familiar, puesto que gracias a las vicisitudes que ellos han vivido, y por ende tus padres han recibido, tú tienes la oportunidad de continuar evolucionando.
Y evolucionar, amigo, amiga mía, como sinónimo de crecimiento personal y espiritual, supone dejar atrás la supervivencia con sus necesidades, sus sacrificios y sufrimientos, y disfrutar de esta vida que, por cierto, en este plano en algún momento cesará.
Tú decides quién quieres SER