¿Quieres saber cuál es el secreto para no enfermar?
.
Lo fácil da resultado
.
Siempre se ha dicho que lo fácil da resultado, y aún así, los seres humanos nos empeñamos en hacerlo complicado. Por supuesto que este pensamiento está condicionado por creencias muy arraigadas, cuyo origen se pierde en el tiempo, tanto de nuestro árbol familiar como del inconsciente colectivo.
Sin embargo, el gran cambio del que todos somos partícipes es aquí y ahora. La obsoleta física newtoniana claudica ante la cuántica que, de la mano del alemán Max Planck, irrumpe a principio del s. XX alumbrando el nacimiento de este nuevo paradigma. el secreto para no enfermar
Mis circunstancias, mi creación
Como dice Un Curso de Milagros, "nada externo a tu mente puede herirte o hacerte daño en modo alguno". Por lo tanto, ya no hablamos de circunstancias adversas ni de la buena o la mala suerte, sino de resonancia en el campo de Consciencia del que formamos parte.
Las víctimas nos desvestimos de nuestros personajes una vez supimos que éstos tan solo suponían una opción. Los nuevos seres adquirimos una actitud acérrima ante la vida. Asumimos nuestro compromiso y nos responsabilizamos de nuestras decisiones. Agradecemos y aceptamos nuestra libertad.
He elegido transmitirte a modo de metáfora una explicación que, si bien a unos puede resultar sencilla, para otros quizá sea algo enrevesada. Te animo a que dejes tu comentario al final del post. ¡Ahí vamos!
el secreto para no enfermar
el secreto para no enfermar
Volviendo a Nacer
En un principio fui oruga. Todavía hoy resiento por momentos el tremendo esfuerzo de ir de aquí para allá, confundida y con un rumbo equivocado, a fin de conseguir lo que otras orugas me dijeron que era bueno para mí: "esto es lo que espero de ti", "ni lo intentes, no puedes hacerlo", "yo te quiero, pero...".
¡Era lo que había! Si el resto de orugas lo hacía, ¿cómo podría ser yo de otra manera? ¡Qué iban a pensar de mí! Arrastrarme, sortear grandes obstáculos, resignarme a mi condición de oruga, sacrificarme en el intento... ese era mi destino. Me debía a mi grupo, necesitaba sentirme parte mi clan, que ellos me aceptaran.
Sin embargo algo dentro de mí reclamaba mi atención. En ocasiones miraba el cielo y veía danzar a alegres mariposas de bellos colores, sus gráciles movimientos me conmovían, su soltura y liviandad me fascinaban. Deseaba ser como ellas... y al mismo tiempo se me antojaba inalcanzable.
Y mientras una parte de mí, en su incredulidad, me gritaba: "Soñar está bien, siempre y cuando recuerdes que se trata de eso: un sueño. Tú no puedes ser mariposa, tú eres oruga". Había otra que me susurraba: "¿Y por qué no? ¿Por qué he de resignarme si mi sueño es otro?". Mi ilusión y confianza crecían día a día. el secreto para no enfermar
Soñar con Volar
Mi motivación era tal que, siguiendo una pulsión que nacía de mi interior, me dispuse a fabricar un capullo a pesar de no comprender muy bien el motivo que me impulsaba a hacerlo. Quizá fue el hecho de sentirme agotada y desanimada, quizá la imagen cada vez más soñada de las hermosas mariposas, o tal vez un poco de todo ello.
Lo cierto es que sucedió. Labrar mi capullo fue una labor ardua. Derramé muchas lágrimas durante ese tiempo. A medida que la crisálida se cerraba, se entremezclaba la tristeza por lo que dejaba atrás con el miedo hacia lo desconocido. Nadie antes me había hablado de ello, desconocía mi capacidad de sentirlo tan adentro, tan profundo.
Era un pasaje velado para mí hasta entonces. Me experimenté frágil y vulnerable, cuando por momentos mi mente se revelaba y mis pensamientos se enredaban en marañas de duda e incertidumbre. el secreto para no enfermar
Pero también me experimenté viva, fue una sensación tan novedosa por lo vital, tan repleta de emotividad y pasión, que me ha sido imposible ponerlo en palabras para transmitírtelo. Lo que sí puedo decirte es que todo esto que sentía manaba de las entrañas mismas del corazón, estremeciendo todo mi cuerpo y hasta mi alma.
Transmutación
El espacio aunque pequeño era suficiente, yo conmigo misma. Nada sobraba ni faltaba en aquellos instantes de profunda introspección en los que, por primera vez, disfruté de verme desnuda, sin filtros, ante mí. Nadie me exigía, nadie me juzgaba, nadie amenazaba con romper la magia del instante presente.
Humildad, comprensión, compasión y perdón. Me perdoné por el daño auto infringido y por cada gesto de desconsideración hacia mí misma. Besé mis heridas y agradecí a la vida, representada en cada uno de los personajes que habían adornado mi historia, por sus enseñanzas.
Mediante un proceso de verdadera alquimia, donde los pensamientos dejaron paso a la emoción más pura, pude ser observadora en un principio y más tarde acompañante, de la transmutación del miedo a la aceptación, proceso iniciático del Amor sin condicionantes, el Amor que todo lo envuelve con su majestuosidad.
el secreto para no enfermar
el secreto para no enfermar
¡Eres una hermosa mariposa!
El tiempo marcó su ritmo perfecto. Gracias a la conexión ahora establecida con mi corazón, supe que el proceso había concluido. Era el momento de abandonar lo que, finalmente, se había convertido en un retiro como culto a mi divinidad. Una clausura donde los destellos de luz pudieron penetrar en la más turbia oscuridad.
Di el siguiente paso sin miedo. Me sentía ilusionada, confiaba plenamente en la vida: nada podía ocurrir que no fuera para mi mayor y más elevado bien. Mi corazón latía acompasadamente, no había sobresaltos ni apremios. El aprendizaje adquirido facilitó que dejara atrás, sin sufrimiento, lo que tantas enseñanzas me aportó.
Poco a poco comencé a salir.
Allá afuera había tanta luz que quedé deslumbrada.
¡Qué inmensidad de fragancias, qué diversidad de tonalidades!
¡Qué maravillosa sensación la de volver a sentir la frescura en la piel!
Me percaté de que no estaba sola. Algunas compañeras más iniciaban idéntica labor. Observándolas tomé conciencia de mi propia transformación: ¡ERA UNA HERMOSA MARIPOSA!
Admiré mis lindas alas abiertas al viento y sus vistosos colores. Y me dejé mecer por entre los macizos de flores que fervientemente se abrían a recibirme, deleitándome con sus cautivadores aromas. el secreto para no enfermar
Todos hemos sido orugas y todos seremos mariposas
Y desde entonces revoloteo por ahí, saboreando el néctar que me ofrece la vida.
Asombrándome ante la belleza de cada amanecer y sus no menos bellas puestas de sol.
Admirando la sinfonía de la vida a través del canto de los pájaros, el silbar del viento, el tintineo juguetón del agua, o el más sutil silencio...
La vida me envuelve con su infinita grandeza al igual que lo hace con las flores, los árboles, el cielo y sus estrellas...
En ocasiones, mientras disfruto de tan maravillosas bendiciones, algunas orugas me observan con lo que pareciera envidia y recelo... Sé que su mirada tan solo encubre su angustia y su miedo.
Mas no importa, ¡tarde o temprano alzaremos juntas el vuelo!
el secreto para no enfermar
Este es el secreto para no enfermar
El secreto para no enfermar y la clave para sanar
Si estás leyendo estas líneas seguramente hayas vivido, o lo estás viviendo en este momento, el proceso de transformación necesario para convertirte en mariposa. Los seres humanos solemos tropezar más de una vez con la misma piedra. Y lamentablemente, la mayoría de veces, no paramos hasta no tocar fondo.
Sólo entonces nos cuestionamos ciertos aspectos, comportamientos o situaciones, que siempre nos pasaron inadvertidos. Ahora no basta con mantenerte a flote, esto sería lo mismo que hiciste hasta este momento = sobrevivir. Ahora toca aprender a nadar y gozar de la libertad que ello supone (= VIVIR). Sólo has de seguir estas premisas:
Deja de emitir juicios
Nacemos en un mundo en el que impera el juicio, forma parte de nuestro sistema. Sin embargo, quién sabe del sentir de otra persona... ¿alguna vez caminaste con sus zapatos? No, no lo hiciste. Desconoces por tanto su carga transgeneracional, no tienes ni idea de lo que sus padres deseaban cuando fue concebido, ni por supuesto de lo que asumió estando en el vientre materno.
No has vivido ninguna de sus experiencias, llorado sus penas ni sentido sus dolores; en una palabra ¡tú no eres él! Entonces, más bien, cuestiónate qué es lo que realmente te molesta del otro: ¿quizá es su carácter egocéntrico, su impaciencia o tal vez su escasa humildad? Y después, ponlo en primera persona porque... ¡aquello que ves fuera te pertenece! ¿A quién crees entonces que estás juzgando? el secreto para no enfermar
Expresa lo que sientes
Reaccionas de una manera desproporcionada sólo cuando callas lo que sientes en el momento que lo sientes. No se trata de obviar una emoción y mucho menos de culpar al otro por lo que consideras te está haciendo sentir. Él únicamente viene a confirmarte lo que ya estabas sintiendo incluso antes de que se diera la situación, y generar en tu interior la coherencia que necesitas.
Aprende por tanto a sentir tu cuerpo y a manifestar lo que quiera que sea cuando esté sucediendo: sin ataques, sin dejarte engullir por el rol víctima, y de esta forma tanto tú como el resto del mundo se sentirá agradecido. Identifica la emoción puesto que no nace ahora, sino que te acompaña desde mucho tiempo atrás: sólo cejará en su empeño de ser vista cuando te abras a sentirla. el secreto para no enfermar
Sé honesto... contigo mismo
Cuando te sientes mariposa, te das cuenta que deja de ser importante mantener un comportamiento que agrade a los demás. Ya no buscas la mirada de reconocimiento o de aprobación. Dices sí y te te das permiso para decir NO cuando así lo sientes, sin culpa, sin miedo. NO, esta palabra inexistente por tanto tiempo en tu vocabulario ahora toma protagonismo... y si alguien se molesta al escucharlo, quizá sea porque también necesite incluirla en el suyo.
Sé coherente
¡Qué importante respetar la coherencia! Dime, ¿cuánto te resistes a decir o a hacer aquello que realmente piensas y sientes? Estás en un error si crees que no pasa nada, que nadie se va a enterar de que estás yendo en contra de ti.
Tu inconsciente, siempre alerta, está al corriente de cada uno de tus pensamientos, sentimientos y emociones, y cada vez que tú actúas de manera incoherente, él lo hace por ti. ¡No des pie a que esto suceda, porque si finalmente incurres en la misma falta una y otra vez, su respuesta la verás proyectada como síntoma o enfermedad en tu cuerpo! el secreto para no enfermar
Cuestiona tus creencias
Te invito a que tomes unos segundos para reflexionar sobre las siguientes preguntas:
- ¿A qué tienes miedo?
- ¿Qué es lo peor que podría suceder?
- ¿Se trata de un miedo real, es decir, qué probabilidades hay de que suceda eso que temes?
Yo digo que somos creencias con patas :)) Un cúmulo de pensamientos, ideas, miedos... de cuantos nos antecedieron cronológicamente, además de lo que siendo niños escuchamos por boca de los que fueron nuestros referentes, normalmente papá y mamá.
Tópicos como: "coser y cantar, todo es empezar", vísteme despacio que tengo prisa" o "después de la tempestad viene la calma" podrían sumar a nuestra vida. ¿Pero que me dices de estos otros, como "más vale malo conocido que lo bueno por conocer", "quien bien te quiere te hará llorar", "piensa mal y acertarás"?
Todo lo que fue concebido como verdad durante nuestra infancia lo convertimos en sentencia, o lo que es lo mismo, todo a lo que dimos por aquel entonces credibilidad pasó a diseñar nuestra realidad. Hasta tal punto consideramos ciertas ideas irrefutables, que nos debatimos, enfadamos y luchamos con el otro por querer tener razón sin siquiera ponerlo en duda. ¡Lo peor es que el otro se debate en lo mismo! el secreto para no enfermar
Sé agradecido
Cambia tus quejas, luchas y juicios por la aceptación de aquello que estés viviendo, sencillamente porque es lo que está siendo. Observa tu vida, porque cuando comprendes que nada de lo que te ocurre es por casualidad, sólo queda mostrar agradecimiento de que así sea.
Pregúntate: ¿Qué mensaje tiene para mí esto que estoy viviendo? ¿Qué tengo que aprender? Y agradece, siempre agradece. Esto no quiere decir que tengas obligación de permanecer en un sitio determinado o en compañía de alguien que no deseas, sino que ahora sabes que cada experiencia está diseñada específicamente para ti, y que de ti depende cómo quieres vivirla. el secreto para no enfermar
Pon límites
Desde niña sentí que mi libertad acaba donde comienza la libertad de la otra persona. Sin embargo, por ese entonces, no era consciente de que la libertad del otro acaba donde empieza la mía. Tu espacio es tuyo y sólo tuyo, y tú eliges cómo y con quién quieres compartirlo.
La Vida, en su infinita sabiduría, te muestra a través del cuerpo y de las situaciones que experimentas:
- Cuáles son las parcelas pendientes de sanar.
- Dónde no estás siendo honesto contigo mismo.
- Cuándo relegas el amor propio en pos de obtener reconocimiento ajeno.
¿Esto significa que no has de amar al prójimo? ¡No! Mas en ningún caso puedes amar al prójimo mientras no te ames a ti mismo.
el secreto para no enfermar
Ámate, lo más importante de tu vida eres tú.
.
Hacerte responsable de tu Niño Interior, un primer paso para sanar
.
Pues muchísimas gracias de nuevo Maria Ángeles. No es casual que hoy venga a mí tu texto con tanta sabiduría. A veces me siento rara, perdida, llena de incertidumbres, de frustraciones, me siento diferente y el ego me bombardea con pesamientos autoexigente que nada ayudan tipo; ¿ qué haces por aqui paseando sola, deberías estar tomándote algo con amigas, deberías, deberías... en definitiva hacer lo que hace el resto o lo que hacía antes para encajar.
Pero sé que estoy en la crisálida, ya no puedo seguir desoyendo esa voz, ( he llevado al límite a mi cuerpo por no oírla), necesito mis tiempos, mis procesos, mis subidas, mis bajadas, mis mimos, perdonarme, volver a mí, verme desnuda como dices en el texto y dejar de negar mi sombra y aceptarme entera con todo el lote.
Gracias por poner piedrecitas en el camino para ayudar y guiar a las que lo estamos recorriendo.
Bendiciones infinitas.
Querida Maite, yo te siento ya fuera de la crisálida, probando tus nuevas y bellas alas... Muchas gracias, te abrazo.