¿Qué repercusiones tiene en el sistema familiar la muerte de la madre en el parto?
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¿Dónde estás, mamá?
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A pesar de que la cifra de mujeres que mueren durante el parto o por problemas relacionados con el mismo ha disminuido considerablemente con el paso de los años, a día de hoy continúa siendo elevado. Todos podemos imaginar que esta muerte no nos deja indiferentes, dada la enorme influencia de la madre en nuestra vida.
¿Qué rastro deja su partida en el hijo sobreviviente?
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¿Y en su entorno, marido, padres, otros hijos si los hubiera?
Efectivamente, la madre que muere en el parto provoca un drama en todo el sistema familiar. Su afectación es diferente en cada miembro de la familia. En este artículo te muestro las posibles implicaciones, aunque por supuesto pueden darse otras más de acuerdo a la historia personal de cada miembro. Muerte de la Madre
Un mismo universo
Desde el mismo momento de la concepción, el vínculo entre madre e hijo es muy estrecho... ¡comparten el mismo universo emocional! El hijo se nutre de los sentimientos y emociones de mamá. Su latido, su respiración, su presencia son uno junto con todo lo que a ella le angustie, tema o sufra.
Quizá, en un primer momento y por los motivos que fuera, la madre sintió que no era buen momento para quedar embarazada. Aún así, cuando el embarazo sigue su curso natural, bien es claro que su inconsciente, junto con el del padre y el inconsciente familiar, participaron de esta concepción.
El útero entonces se convierte en la primera casa de este nuevo Ser, su refugio y protección. Llegado el nacimiento se produce la primera separación, que rápidamente debiera consolidarse por el acogimiento y tierno arrullo de los brazos maternos, cerca del corazón, meciéndose al seguro y conocido compas de la respiración.
Sin embargo, cuando la madre muere, el bebé viene al mundo en un escenario teñido por la tristeza de la ausencia, el vacío y el dolor. Este hijo absorbe la desolación y el desconcierto que la pérdida imprime en los familiares, entremezclado con la propia inseguridad y desprotección generado por el abandono. Muerte de la Madre
Bert Hellinger, padre de las Constelaciones Familiares, recoge esta separación con el término de "movimiento interrumpido".
Consecuencias en el recién nacido
En la mayoría de los casos, la muerte de la madre desencadena un drama tal que toda la familia entra en convulsión. Un duelo que comienza a la par de la llegada del nuevo fruto. El abandono que experimenta el bebé no sólo se debe a la ausencia de la madre: tampoco el padre puede darle la presencia que necesita, lo que intensifica su soledad.
Y da igual que con el paso de los días papá se vaya entregando a su cuidado, acompañado quizá por la figura de abuelos u otros familiares. La impronta emocional queda grabada a fuego en cada una de sus células, generando una serie de creencias que crecerán consigo, y determinando cada uno de sus nuevos comienzos y por entero su vida:
- Temor a vivir, depresiones, inseguridad y desconfianza.
- Vivir al límite, enrolándose en situaciones que pongan en riesgo su vida.
- Desvalorización, baja autoestima por creer que "hay algo malo en mí".
- Sentimiento de inferioridad o superioridad para con los otros. M
- Evitar el compromiso por miedo a ser abandonado.
- Provocar enfrentamientos en sus relaciones o emparejarse con personas violentas como forma de auto castigo, ante la huella de "haber hecho daño a mamá".
- Mantener relaciones de dependencia, buscando la atención que no recibió.
- Tendencia a no concluir sus proyectos por miedo al fracaso, e incluso postergar iniciarlos. Muerte de la Madre
Las heridas de la infancia son nuestras compañeras de vida. Emanan en nuestros momentos de debilidad, y revivimos historias pasadas como si estuvieran actuando en nuestro presente.
Consecuencias en el padre
El fallecimiento de la mujer promueve en el padre un sentimiento de culpabilidad. El pensamiento que continuamente ocupa su mente es creer que de no haber quedado embarazada, ella continuaría con vida.
Cuando no se trata del primer vástago, sino que existen otros hijos nacidos, su sentir puede derivar en abandono encubierto por ira reprimida. La culpa en este caso recae en la esposa: "estoy solo en la crianza y sostén del hogar", culpa que finalmente expresa hacia el retoño sobreviviente, lo que a su vez hace crecer su culpabilidad: Muerte de la Madre
- Auto castigo por medio de drogas, alcohol, e incluso accidentes o enfermedades.
- Miedo a iniciar otra relación, por idealizar a la madre de su/s hijo/s o por miedo a un nuevo abandono.
- Figura ausente como padre. El temor a sufrir por perder a sus hijos, le mantiene tras una falsa coraza protectora.
Consecuencias en el sistema familiar
El sistema familiar sufre. Como la pérdida duele tanto y no es posible expresar la magnitud de este dolor, se tiende a minimizar la emoción o a enmascararla tras una fachada que en absoluto corresponde con el sentir general, dejando un secreto en el árbol.
Es como si quedara a la espera de ser atendido y consolado, provocando las intrincaciones sistémicas (lealtades familiares) en las siguientes generaciones. Algunos de sus ecos transgeneracionales pueden devenir en:
- Abandonos por muerte u otro tipo de ausencia.
- Miedo a la maternidad.
- Abortos.
- Problemas relacionados con la fertilidad.
- Embarazos delicados y de alto riesgo.
- Soltería, segundas mujeres en las relaciones de pareja.
- Relaciones de codependencia emocional. Muerte de la Madre
Reflexiones
Por supuesto éstas no dejan de ser algunas de las consecuencias que conlleva la muerte de la madre en el parto. Cada persona es un mundo, al igual que lo es cada sistema familiar.
Algo que sin duda queda palpable es la importancia de cerrar un duelo. Cerrar un ciclo de vida, o de muerte, permite el inicio de un nuevo camino, una mirada que deja atrás el pasado y vive experimentando el presente.
Cada miembro de la familia pasará por las etapas del duelo y lo hará a su ritmo, considerando al recién nacido como prioridad en cuanto a atención y afecto, y facilitando al resto de hermanos si los hubiere el espacio en el que expresar el vacío de la ausencia.
En cuanto a ti, papá, viniste a transitar esta experiencia de vida. Eres un buen padre y así sabrás trasmitírselo a tus hijos, llenando sus corazones con tu presencia, seguridad y protección amorosa, una vez te permitas sentir y después liberar cualquier sombra de culpa, tristeza, miedo... que necesitó ser mirado a través de este impacto dramático. Muerte de la Madre
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Todo sistema familiar tiende al equilibrio. Es la lógica irracional, aunque ilógica para nuestra mente consciente, que promueve nuestro crecimiento y evolución.
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