Hemorroides: Guarradas, falta de reconocimiento, pérdida de territorio, etc.
¿Cuál es mi sitio?
Según la definición médica, las hemorroides son producto de la dilatación de una vena rectal. Pueden aparecer en la zona interna, el recto propiamente dicho, o en la externa en cuyo caso sería en el ano. Ambas cursan con síntomas que varían de unas personas a otras, siendo los más frecuentes ardor, irritación, prurito o picor, dolor e incluso sangrado.
El ano-recto se asocia inconscientemente con el lugar donde «pongo el culo”, mi sitio en la vida (familia, trabajo, etc). Aunque social y habitualmente las hemorroides se vinculan exclusivamente al estreñimiento (sequedad de las heces), las situaciones conflictuales que las provocan no sólo se relacionan con este síntoma. De tal forma que:
- Cuando las hemorroides surgen internamente buscaremos experiencias resentidas como algo sucio, malintencionado, guarradas sufridas… todo ello ligado a la falta de reconocimiento.
- En el caso de que su localización sea externa hablaremos de un conflicto de no tener mi espacio, falta de identidad, no sentirme mirado o incluido en el territorio –real o simbólico–, o de usurpación del mismo.
Las hemorroides se manifiestan en la fase de resolución del conflicto, es decir, una vez se ha dado por solucionado la situación problemática. Sin embargo, al ser ignorada o no tenida en cuenta esta información, convertimos el síntoma en crónico por entrar y salir del conflicto reiteradamente.
Conflictos biológicos
Desvalorización
Generalmente las personas afectadas con este síntoma suelen ser inseguras y con tendencia a la auto desvalorización. Esta dificultad a la hora de tomar decisiones, puede tener su origen en no haberse sentido reconocidas en su familia nuclear.
Por tal motivo se aferran y no expresan sus sentimientos. Y se sienten sometidas y presionadas emocionalmente, a pesar de ser ellas quienes determinan cargarlos en silencio.
- “Me siento excluido de esta familia«.
- «No puedo abandonar esta familia”.
- “Quiero que fulanito se vaya”.
- «No puedo más con esta carga«.
- «No encuentro mi lugar en mi familia«.
La desvalorización no para aquí. Las personas con esta afección se obligan y exigen tener los mejores resultados, motivo por el cual se comparan constantemente con sus congéneres. Mas esto les supone una cota inalcanzable, y a pesar de su esfuerzo y sacrificio rara vez lo consiguen:
- «Esto es imposible, nunca podré realizarlo«.
- «¡Cómo me gustaría saber hacerlo mejor!«.
Pero todavía hay más, porque en el caso de lograr su objetivo, se obligarán a mantener ese primer puesto para evitar perder «lo que a duras penas» han conseguido. Es decir, vivirán esclavizadas al resultado:
- «¡Estoy agotado, no puedo más!».
- “No soy lo que los demás esperan de mí”.
Rabia y rencor
Los sujetos afectados con hemorroides alimentan la rabia y el rencor por alguna experiencia pasada, resentida como insulto, imposición o denigración de su dignidad. Lamentablemente no se percatan que no soltando este juicio, a los únicos a quienes condenan y envenenan es a sí mismos.
Pérdida de territorio
Cuando el conflicto guarda relación con la pérdida de territorio, indagaremos acerca de estar ocupando o no su lugar, de estar haciéndose valer, y de sentirse reconocida por su verdadera identidad.
- “No puedo estar en mi sitio”.
- “No quiero volver a casa”.
- “¡Cómo me aburre estar en este trabajo!”.
- «No me valoran lo que hago».
- «Mi madre siempre se entromete en mis cosas» .
Sintomatología y resentires
- Irritación y ardor: “estoy muy enfadada, pero mejor me lo callo«, «me irrita la postura de papá”.
- Prurito o picor: «¡me gustaría quitarme a éste de encima!«, «mi hermano está ocupando mi lugar».
- Dolor: “¡me duele tanto que no estén considerando mi esfuerzo!”, «¿por qué quieren apartarme?».
- Sangrado: atendiendo al significado simbólico de la sangre, desde la © Descodificación Biológica Integrativa (DBI) sabemos que:
- Pueden ser conflictos relacionados muy estrechamente con el entorno familiar: «alguien debe entrar o salir de la familia«.
- O también situaciones que me roban la alegría de vivir. En este caso hemos de mirar cuál es la situación que estoy viviendo en un contexto de infelicidad y/o insatisfacción: «no pertenezco a esta familia», «nunca me he sentido reconocido por nadie».
Tirar del hilo
Este conflicto puede haber sido programado en el útero materno (Proyecto Sentido Gestacional). Normalmente deviene del deseo del padre, de la madre o de ambos, de que el futuro bebé sea de un sexo contrario al que ha nacido:
- “Mis padres querían un niño y soy una niña… ¿cuál es mi identidad?”
- “¿Quién soy realmente con respecto a mi familia, a la sociedad?”
En ocasiones su origen queda perfectamente representado en el Transgeneracional, en cuyo caso hemos de tener en cuenta a personas sometidas, exiliadas, excluidas, etc.
Por último, en aquellas personas que las hemorroides cursen con estreñimiento, contemplaremos:
- En qué situación me siento abandonado por mi madre, o persona que juegue el rol de figura materna, o donde siento que yo, como madre, abandono a mis hijos:
- “No sé cuál es mi sitio en la vida ahora que mi madre no está”.
- “Siempre necesito la opinión de mi madre”.
- «Debería estar más tiempo con mis hijos».
- Por qué me niego a soltar o me aferro a algo o a alguien. Esta actitud normalmente resulta de carencias afectivas vividas durante la infancia:
- “¡Me gustaría que estuvieras siempre conmigo!”.
- “No quiero perderle” .
Reflexiones
La curación radica en no pretender agradar a los demás. Cuando lo haces dejas de ser tú mismo.
- Muéstrate al mundo con tus habilidades y tus debilidades.
- Manifiesta y expresa tu derecho a tomar el lugar que te corresponde en cada parcela de tu vida, y de la misma forma entiende y respeta el sitio del otro.
En consulta de © Descodificación Biológica Integrativa (DBI) encuentras el espacio apropiado para expresarte libremente, y cuando deja de haber juicio la emoción reprimida brota desde lo más profundo de tu alma.
Porque una vez adquieres el aprendizaje de la experiencia, gracias tanto a la toma de consciencia por la comprensión del por qué y sobre todo del para qué de este síntoma, como de su origen genealógico, tu interpretación de la vida cambia por completo.
¿Y si hoy te dieras el permiso de Volver a Nacer?