Ellas y su sexualidad: Vaginitis – Candidiasis – Anorgasmia – VPH… reconociéndonos.
¡Este no es el contacto que quiero!
Contemplada desde la biología, la sexualidad y la reproducción son una misma cosa puesto que, a través de ella, aseguramos la continuidad de la especie. Los órganos implicados:
- Los ovarios en las mujeres.
- Los testículos en los hombres (accede al artículo Impotencia – Eyaculación precoz – Próstata…: Conflictos biológicos).
Para los seres humanos el placer es intrínseco al acto sexual. En consecuencia, todas las anomalías concernientes a este acto expresan el haberme sentido desatendido en alguna de mis necesidades básicas, conectándome por ello con el dolor de mi niña interior.
Cualquier tipo de dificultad en este ámbito (= problema existencial, síntoma, enfermedad), está relacionada con el miedo, rechazo, inseguridad, culpabilidad, ira, repulsión, vergüenza, incomprensión, desconfianza, asco… en relación a mi sexualidad. Por supuesto, en consulta siempre exploramos el Proyecto Sentido Gestacional (programación del conflicto), así como el Transgeneracional (estructuración del mismo) y la etapa infantil (Sanación del Niño Interior).
Poder creador
Recordemos algo muy importante, y es que la energía creativa y la energía sexual son directamente proporcionales, siendo éste el motivo, en muchos casos, de las afecciones que se producen en la vagina.
Cada vez que el cuerpo se expresa es porque no nos damos el derecho a ser lo que realmente somos. Y es que no hay peor juez ni más cruel verdugo que cada quién consigo misma.
Hacer de vez en cuando un repaso y evaluación de nuestras creencias puede ser, realmente, uno de los mayores actos de amor para con nosotras… ¿Por qué darle cabida a las ideas y pensamientos que valieron a mis bisabuelos y abuelos, a mis padres, e incluso a mí misma durante un tiempo?
Nuestra vida nos pertenece, somos las únicas responsables de ella. Cada cual, pues, ha de replantearse qué es lo que desea que permanezca en su vida, y qué es lo que quiere desechar de ella (cambia tus creencias accediendo mediante este enlace a un vídeo de mi canal de YouTube).
Vagina
La vagina se desarrolla en la capa embrionaria correspondiente al ectodermo, que nos habla de contacto y relación en términos de: «no tengo el contacto que quiero«, o «tengo el contacto que no quiero«. Se trata por tanto de un conflicto de separación sexual vivido en femenino, principalmente debido a:
Frustración sexual
- Vida sexual insatisfactoria.
- Sentirse utilizada sexualmente.
- No sentirse valorada.
- Mantener relaciones sin ser deseadas.
- Miedo de perder al macho.
Resentires: “me siento presionada por mi pareja”, “no disfruto sexualmente”, “no tengo el sexo que quiero”, “mi novio tontea con otra”.
Falta de privacidad
Teniendo en cuenta que la vagina es la puerta del acceso a mi casa simbólica (útero), los problemas vaginales también me pueden estar hablando de:
- Permitir la entrada a un familiar no deseado.
- Constantes intromisiones de personas en mi casa o en mi vida.
Resentires: “estoy harta de que mi suegra siempre me lleve la contraria”, “mi hermana cree que lo sabe todo”, “todavía tiene que estar dos años viviendo con nosotros”.
Los síntomas aparecen en la fase de reparación de la enfermedad, es decir, en el momento en que vuelvo a tener el contacto que quiero; o cuando dejo de tener el contacto que no quiero.
Por último, indicar que generalmente para la mujer no es la ausencia de contacto físico (relaciones sexuales, penetración…) en sí mismo lo que provoca la frustración sexual: las mujeres también necesitamos sentir la presencia de la pareja amada en el plano del corazón.
Fisiología: Conflictos y Resentires
Vaginitis
La vaginitis es la etiqueta que define la infección vaginal, que se ve acompañada de olores desagradables (similar a la candidiasis -hongos-). Al ser infección (= -itis), nos habla de frustración, enojo e ira no expresados hacia la pareja. La mujer vive con culpa la relación sexual, y por tanto se auto castiga evitando disfrutar de su sexualidad.
Suele tratarse de mujeres que gustan de controlar a sus parejas e, inconscientemente (conscientemente en algunos casos), esta es la mejor excusa para evitar practicar el sexo cuando desean sancionar a su pareja: «hoy te quedas a dos velas». En el trasfondo se sienten incomprendidas y sufren por ello; de hecho, junto al olor desagradable que se desprende, se liberan angustias y penas asentadas en el mismo tejido vaginal.
Sequedad Vaginal
La sequedad vaginal puede deberse a:
- Vivir el deseo sexual con culpabilidad, siendo éste como hemos visto una necesidad biológica. En este caso hay una negación a experimentar placer: “debo mantener lejos al macho”.
- Deseo de evitar la penetración: “no voy a consentir que me toque”, “hoy no va a tener lo que quiere, que lo hubiera pensado antes”.
Cuando la sequedad aparece en los labios mayores, el conflicto se relaciona con estar manteniendo relaciones de manera impuesta: “me va a dar lo mismo decirle que no”.
Picores vaginales
Fijémonos en el lenguaje que empleamos. Cuando algo me pica es que, efectivamente, algo me pica, me molesta. El picor pues me indica, contemplándolo siempre en términos sexuales, que estoy callando algún aspecto que no soporto (recuerda que puede ser quiero más contacto, o menos): “mi pareja no hace más que incomodarme”, “últimamente ni me mira”, “me irrita su comportamiento”.
Úlcera carcinomatosa
El conflicto sexual que manifiesta esta patología tiene que ver con:
- Sentirse privada de la copulación en el caso de mujeres diestras o zurdas en constelación esquizofrénica, alteración hormonal, menopausia o amenorrea.
- Conflicto de territorio cuando se trata de mujeres zurdas post menopáusicas. Es un “no debo consumar el acto sexual”. Vulnerabilidad.
Candidiasis
La candidiasis es un tipo de infección generada por los microorganismos del género «cándida», siendo los más habituales los de la zona bucal y genital. La levadura más común es la Cándida Albicans. Sus síntomas son picor vulvar y/o vaginal, acompañado en muchos casos de dolor durante el coito.
Desde la mirada del dr. Hamer, pilar biológico de la © Descodificación Biológica Integrativa (DBI), sabemos que las cándidas vienen a ser los barrenderos del organismo. Su función es la de deshacerse de todas las células muertas que permanecen en la vagina, cuando no son eliminadas por el sistema de irrigación que actúa regularmente en el interior de esta zona.
Conflictos biológicos
Veamos ahora cuál es su sentido biológico teniendo en cuenta sus conflictos asociados:
- Tengo el contacto que no quiero.
- Quiero el contacto que no tengo.
Ejemplo. Si yo deseo tener mayor contacto sexual con alguien, y esto lo vivo con frustración e ira, las paredes de la vagina se van a ulcerar para procurármelo (= fase simpaticotónica de la enfermedad, “necesito tener un contacto más íntimo con el hombre que quiero”).
Más tarde, en el momento que vuelva a tener este contacto y por ende solucione el conflicto, la ulceración se reparará mediante la micosis (= fase vagotónica). Lo que en ocasiones sucede, es que la frustración por no tener relaciones reactiva el conflicto, entrando en un ciclo repetitivo del mismo.
El subconsciente, que tomó nota del contacto vivido con rechazo, dará la orden de limpiar cuando en las relaciones siguientes experimentemos la misma emoción de rechazo, independientemente de si la pareja es o no la misma, puesto que no hace distinción entre las parejas, tan solo al contacto sexual no deseado.
Asimismo indicarte que ante esta sintomatología habremos de buscar en el Transgeneracional historias pasadas teñidas de un tinte sucio, deshonesto, desleal o donde hubo engaños.
Herpes genital o vaginal
Este tipo de infección cursa por medio de pústulas y lesiones muy dolorosas que cicatrizan en torno a los quince días. Los dolores producidos por el herpes son directamente proporcionales a la actitud mental con que se afronta la vida sexual.
Los deseos sexuales de estas mujeres quedan enturbiados por la culpa y los remordimientos debido a creencias y valores culturales adquiridos sobre el bien y el mal, lo permitido y lo prohibido. En consecuencia, derivan la culpabilidad hacia terceras personas (= normalmente la pareja). a fin de eludir sus propios deseos.
Las situaciones conflictuales pueden deberse a una separación física de la pareja (= “se ha marchado tres meses fuera por trabajo»), a relaciones sexuales satisfactorias, o como solución al rechazo mantenido por largo tiempo hacia el sexo.
Frigidez
La emoción que domina la frigidez es el miedo (= vergüenza, culpa, humillación), originada por el profundo temor a la figura paterna o a aquel que la represente. En este caso el sexo es considerado como pecado, generando por tanto una completa negación al placer e, incluso, a la misma feminidad.
Estas mujeres se caracterizan por su carácter rígido, con el que pretenden rehuir todo sentimiento. El trasfondo de la vida sexual en pareja está teñido de insensibilidad, donde la penetración se vive como la invasión de un cuerpo extraño. “no quiero que usurpes mi territorio (= mi vida)”, “tú en tu sitio y yo en el mío”.
Las mujeres frígidas no sólo rehúyen del placer sexual, sino que evitan cualquier tipo de placer, pese a que necesiten vivir una vida sexual plena. Es tanto el autocontrol que ejercen sobre el sexo, que terminan por abandonarse en otros ámbitos de la vida (comida, tristeza, trabajo, drogas…).
Anorgasmia
A diferencia de la persona frígida, la anorgásmica, término que define la ausencia de orgasmo, siente placer sexual a pesar de no alcanzar el grado máximo (= orgasmo).
Para este tipo de mujeres, el orgasmo es lo que al insomne el sueño: cuanto más se quiere experimentar menos se consigue, es como si alcanzar el nivel máximo fuera motivo de la desaparición del mismo: “quiero seguir sintiendo placer”, “tengo miedo de perderlo”.
El conflicto relacionado con el miedo a no ser capaz de mantener la relación sexual podría estar relacionado con un sentimiento de vergüenza, motivo por el cual se suele recurrir a algún tipo de droga para enfrentarlo.
Finalmente vemos que la anorgasmia es un rechazo a lo que el otro me ofrece, generalmente proveniente del sexo opuesto. Son personas que temen perder el control (por lo tanto controladoras y dominantes), en vez de dejarse sentir y gozar del momento.
Al igual que ocurre en la frigidez, la persona que se impide el placer sexual tampoco disfruta del resto de los placeres de la vida misma sin sentirse culpable: la ausencia de orgasmo viene a ser como la auto imposición de un castigo.
Ausencia de deseo
La ausencia de deseo expresa la no aceptación de la feminidad y el miedo al sometimiento.
Normalmente son mujeres que han crecido entre féminas de rasgos varoniles, autoritarios, fuertes, y por lealtad ejercen un rol masculino; su dulzura, calidez, comprensión, amor, pasión… quedan en la sombra en la espera de ser contemplados y aceptados.
El conflicto que encontramos es, por tanto, de repulsión y asco (= hacia sí misma): “no me siento a gusto con mi cuerpo”, “no debo tener relaciones sexuales”.
Enfermedades Venéreas
Se define como enfermedad venérea a la enfermedad sexual transmisible por estar asociada a un agente infeccioso.
Las mujeres que experimentan estas enfermedades sienten vergüenza con respecto a la sexualidad; sin embargo, generalmente, les pasa desapercibido puesto que es algo gestado a nivel inconsciente: quieren una vida sexual activa y se lo impiden.
Esta vergüenza puede ser producto de no admitir ante sí misma el gusto por el sexo (nacido como negación al suyo propio), llegando incluso a alcanzar altos niveles de dependencia con respecto al mismo. También, en otros casos, se trata de un rechazo hacia la pareja sexual elegida.
Virus del Papiloma Humano (VPH)
Los conflictos relacionados la emulsión de este síntoma son dos:
- Imposibilidad de copular con la persona amada.
- Pérdida de territorio (real o simbólico).
En ambos casos buscaremos una separación vivida en términos de suciedad: “está con mi mejor amiga”, “me ha dejado por una fulana”. Recordemos, una vez más, que la sintomatología se hace visible en la fase de reparación, es decir, en el momento que vuelvo a tener el contacto que quiero.
Higiene genital excesiva
Hoy en día nos lavamos, perfumamos y requeté perfumamos buscando «oler bien»… ¡pero ojo, en ocasiones, el olor que puede resultarme insoportable me habla de una disfunción de percepción!
En relación al tema que hoy nos ocupa: el sexo no puede oler a otra cosa que no sea sexo. Entiéndeme, no es que dejes de lavarte, sino que contemples con qué frecuencia lo haces, y hasta qué punto si no te sientes limpia rehúyes la práctica sexual.
¿Para qué quiero disimular este olor?
¿Qué suciedad es la que realmente necesito limpiar?
En tus creencias tienes la respuesta
Antes de proseguir, decirte que dispones de un artículo completo sobre la menstruación (Trastornos menstruales: Conflictos biológicos). Y ahora veamos cuál es el origen común de las manifestaciones anteriormente descritas:
- Transgeneracional. Indaga en tu árbol las historias oscuras, vergonzosas, sucias…, como abusos, rupturas sexuales, violaciones, homosexualidad encubierta…, y comprenderás el motivo por el cual tú, ahora, interpretas la sexualidad, y sobre todo tu sexualidad, de la manera que los estás haciendo. ¡No puede ser de otra forma, ellos viven en ti!
- Proyecto Sentido Gestacional. ¿Cómo vivió papá su sexo… y mamá? ¿Fuiste concebido en el amor? ¿Tuvo miedo, rechazo, asco en torno a tu concepción, gestación o durante tus tres primeros años?
- Etapa Infantil. ¿Qué experiencias conformaron tus primeros años de vida? ¿Tuviste directa o indirectamente relación con el sexo? ¿Viste afecto en la relación de pareja de tus padres? ¿Escuchaste frases del tipo «no está bien que te toques, esas cosas no se hacen»?
A lo largo de la historia la religión ha inoculado muchas creencias castrantes del tipo “el placer es pecado”, “el sexo es malo”, “las mujeres de bien no hacen ciertas cosas”… Si estas creencias no se consideran y tienen en cuenta, impedirán que seas tú misma y vivas recluida en tu propia represión.
Repitiendo ciclos
Las situaciones conflictuales quedan aletargadas en el subconsciente hasta que, de nuevo y coincidiendo con uno de los Ciclos Biológicos Celulares Memorizados, reaparecen en nuestra vida a fin de poder darles solución. De esta manera, la sexualidad mal vivida en algún momento pasado pondrá inevitablemente de manifiesto las heridas no sanadas:
- ¿He nacido con el sexo que deseaban mis padres? Si no es así es posible que rechace mi cuerpo y acuse los cambios físicos de los cambios de estado (con mayor representación en la pubertad).
- ¿Soy la mayor de mis hermanos? (Contabiliza abortos espontáneos y provocados).
- ¿He vivido algún tipo de abuso durante mi infancia?
- ¿Ha habido situaciones de sexo impuesto dentro de mi clan?
- ¿Antepongo mis deseos a los de mi pareja, o digo SÍ cuando realmente pienso y siento NO?
- ¿Pertenezco a un clan de riguroso orden religioso? En caso de ser afirmativo, ¿entro en contradicción con mis deseos físicos?
Me Amo y Me Acepto Completamente
Si te queda alguna duda en cuanto a la aceptación de tu sexualidad, puedes hacer algo muy simple:
Sitúate frente al espejo totalmente desnuda y observa detenidamente tu cuerpo, desde los pies a la cabeza, deteniéndote algo más de tiempo en tus órganos genitales.
Sé muy honesta contigo misma. Mira despacio mientras escuchas lo que te dices y cómo te lo dices, y sobre todo siéntete (…). Obsérvate, ¿sientes algún tipo de presión u opresión, pinchazo, molestia…? ¿En qué parte del cuerpo lo notas? Con frecuencia puede surgir en el abdomen, como a tres dedos por encima de tu ombligo.
Y ahora mírate a los ojos, busca en ellos a la pequeña que hoy, todavía, siente culpabilidad por no ser lo que los otros (= papá y mamá) esperaban, y ofrécele tu total aprobación y aceptación por ser quién es, tal y como es.
La niña herida
Cuando la vida sexual es insatisfactoria, cabe la posibilidad de haber sido víctima de abusos sexuales durante la infancia. El abuso es, en este caso, el precursor del rechazo inconsciente hacia la propia sexualidad, así como la dificultad en dejarse tocar o acariciar sin sentir miedo, repulsión o asco.
Con frecuencia estos episodios son vetados por nuestra mente consciente debido al intenso dolor sufrido, sin embargo la huella quedó registrada en el subconsciente, que nunca olvida, y hará saltar la voz de alarma en el momento que se considere en peligro.
La hipnosis terapéutica es una poderosa herramienta para tratar estos casos en consulta. El adulto no entiende, pero la niña siente y se defiende. Todos los acompañamientos de corazón a corazón, y éstos, si cabe, lo son todavía más especialmente pues se tocan heridas que todavía supuran dolor.
Reflexiones
Aquí y ahora, en este plano, no podemos obviar nuestra biología:
La energía sexual juega un papel sumamente importante al ser parte integrante de nuestro programa genético para la supervivencia de la especie.
Quizá te haga bien reflexionar acerca de tu sexualidad, sobre todo teniendo en cuenta que, por mucho tiempo, el sexo ha sido adjetivado por algunas religiones como algo sucio e impuro.
- ¿Sientes culpabilidad?
- ¿Rechazas o aceptas tus partes genitales?
- Y si hay rechazo, ¿estás de acuerdo en continuar castigándote impidiéndote disfrutar del sexo?
Pon atención a tu diálogo interno: la voz que te dice que esto está mal proviene de tu educación, es la voz que te muestra las creencias de otros. La cuestión es:
¿Vas a seguir repitiendo la historia, o eliges comenzar a decidir por ti misma?
Recuerda que cuando rechazas la energía sexual, coartas al mismo tiempo tu poder creador.
El cuerpo, nuestro mejor consejero
Y si todavía no lo tienes claro, sólo tienes que observar tu cuerpo.
Si en este momento presentas alguno de los síntomas mencionados en este artículo, pregúntate qué creencias mantienes acerca de la sexualidad y qué es, por consiguiente, lo que tu Alma quiere que dejes de creer. Su mensaje: «vive y experimenta tu sexualidad como quieras, ¡no tienes que rendir cuentas a nadie, lo que hagas con tu cuerpo únicamente te incumbe a ti!»
Cada situación te hace partícipe de una enseñanza, algo que tú viniste a trascender. Cuando aprendes a vivirlo desde la aceptación, excluyendo el miedo en todas sus variantes (resistencia, vergüenza, culpa, queja, represión, sufrimiento, ira, control…), tu vida comienza a mostrarte nuevos y apetecibles horizontes por descubrir.
Eres cálida en tu Esencia, renace a una nueva Vida.
Excelente artículo , completo , fácil de interpretar y lleno de amor. Gracias
Gracias por tu feedback, un abrazo Natalia