Descubre cuanto has de saber sobre la diabetes y sus conflictos biológicos.
Sólo quiero un poco de ternura
El páncreas es una de las glándulas más importantes de nuestro cuerpo. Entre sus funciones destaca la de producir las hormonas de la insulina y el glucagón, imprescindibles para mantener la concentración adecuada de azúcar en sangre. Este órgano, situado a la altura del plexo solar (asiento del tercer chacra), muestra:
- Mi capacidad para sobrellevar los sentimientos de los otros (rabia, ira…) sin causar dolor. Se podría decir que es como estar preparado siempre para la lucha, y finalmente optar por evitarla.
- Mi actitud para expresar, aceptar e integrar, el amor dentro de mí.
Insulina
La insulina viaja por el torrente sanguíneo proveyendo a las células de nutrientes, entre los que se encuentra la glucosa. Actúa como la llave que permite abrir la célula para que el azúcar penetre en su interior.
Cuando la cantidad de insulina es baja la célula no se abre, lo que hace que el azúcar que debiera ser entregado quede retenido en la sangre, pudiendo en estos casos alcanzar límites peligrosos para el organismo.
Asimismo, en algunas ocasiones, la diabetes se produce como consecuencia de una resistencia a la acción de la insulina, al igual que ocurre con algunos tipos de obesidad.
Glucagón
El glucagón, por su parte, es liberado a la sangre cuando el nivel de glucosa disminuye, lo que permite que el cuerpo pueda reaccionar a la necesidad de mantenerse alerta ante un peligro, para resistir o entrar en lucha, como veremos más adelante.
A nadie le amarga un dulce
En © Descodificación Biológica Integrativa (DBI) entendemos que el azúcar es sinónimo de amor, de ternura, de palabras y gestos dulces y amables. Vemos por ejemplo cómo el niño goza con el dulce durante el periodo de su infancia en el que necesita atención, y sobre todo requiere de mucho amor.
También el adulto carente de afecto echa mano de los dulces con el afán de compensarlo, desde las golosinas hasta el pan o las pastas alimentarias, entrando en un círculo vicioso de necesitar más y más dulzura para dejar de vivir la vida en una constante amargura.
Hablamos de diabetes o hiperglucemia cuando hay falta de insulina (= exceso de azúcar en sangre), y de hipoglucemia cuando el glucagón es insuficiente (= el nivel de azúcar en sangre es bajo).
En ambos casos nos referimos a la persona que ha perdido la alegría y la satisfacción por la vida, escondiendo tras una falsa fachada una profunda tristeza reprimida, consecuencia de la ausencia de ternura y de amor no satisfecho. El individuo se establece en la contradicción de querer amor, y el miedo a buscarlo (= recibirlo).
Dos conflictos activos
Hablamos de conflicto activo cuando la persona está inmersa en la fase de estrés de la enfermedad. En el caso de la hiperglucemia e hipoglucemia se ven afectados ambos hemisferios cerebrales simultáneamente:
Hiperglucemia
Conflicto de resistencia + miedo (= fuerte resistencia en un ambiente de repulsión). Se manifiesta en el relé cerebral, también conocido como foco de Hamer, situado en el hemisferio derecho (masculino).
Sentido Biológico
- Estar preparado para resistir y/o luchar. El organismo mantiene un nivel alto de azúcar en sangre, con el fin de llevarlo a los músculos en caso de ser necesario.
- En un ambiente de relaciones frías, el azúcar viene a ser el anticongelante.
Hipoglucemia
Conflicto de asco/repugnancia/repulsión + miedo (= fuerte repulsión en un ambiente de resistencia). Afecta el relé cerebral situado en el hemisferio izquierdo (femenino).
Sentido Biológico
- Seleccionar qué alimentos (= emocionales) son o no comestibles.
Este aspecto es uno de los que han de ser considerados para descodificar la obesidad, cuando la acumulación es debido a la grasa. Nuestro organismo reacciona disminuyendo la cantidad de insulina en sangre cuando algo o alguien nos da asco. En consecuencia, las células no disponen de la suficiente cantidad de azúcar para llevar a cabo su función, y por tanto hay una mayor demanda de alimento.
Conflictos biológicos
Me niego a recoger amor
«Necesito amor pero no sé buscarlo”, “me resulta difícil recibir amor”, o en su otra polaridad me niego a entregarlo, ”¿cómo expresar el amor que siento?”, “si me abro a dar amor puedo sentirme nuevamente herida”.
Me protejo de una invasión
Para protegerme cierro las puertas de mi casa (= célula): «deseo pero no puedo poseer mi propia autonomía, de ser yo mismo”, y en su opuesto cuando me siento aislado o siento la necesidad de aislarme, “tengo que aislarme«.
Quiero resistir y no puedo
- Me siento impotente ante la autoridad (en términos de real o simbólico) tanto física como psíquicamente: «¿por qué se niega a darme lo que necesito?”.
- No puedo evitar que algo peligroso se me venga encima, me siento incapaz de resistir por más tiempo: “he de marcharme lejos porque trasladan mi empresa de ciudad, esto es inaceptable”.
- Mantener una relación de abusos, malos tratos…: “el amor es peligroso”,
Separación de la familia
- “No me siento parte de esta familia”, “me resisto a verme separado de la familia”, “esto que me hacen es repugnante”.
- La casa está dividida en dos, la familia no está unida (padres o ambientes separados, herencias…): «he perdido la dulzura». En este caso buscaremos separaciones en nuestro árbol genealógico, puesto que el mandato inconsciente es «necesito aguantar esta situación para evitar que se separe la familia«.
Diabetes en niños
Normalmente es la diabetes tipo 1 la que se inicia en edades muy tempranas o en la pubertad. Dependiendo de la edad del niño habremos de tener en cuenta:
- La posibilidad de estar somatizando un conflicto de papá o mamá, como por ejemplo un sufrimiento en relación a la pareja (infidelidad, humillación, castración, etc).
- O si es el propio niño quien, al no sentirse suficientemente querido y reconocido está buscando llamar la atención y llenar su vacío interior, en cuyo caso es muy probable que devenga de las experiencias vividas por la madre mientras le gestaba (Proyecto Sentido Gestacional).
Diabetes gestacional
En ocasiones sucede que la diabetes aparece durante el embarazo, y más concretamente después de la segunda mitad del mismo. Pregúntate qué conflicto de resistencia más repulsión has vivido durante los tres primeros meses de gestación, que quedó resuelto en los siguientes meses.
Como ejemplo, podría tratarse:
- De la activación de una memoria desagradable de sentimientos vividos en tu propia infancia.
- A un vínculo transgeneracional, si es que por fechas estás relacionada con una abuela que falleció en el parto, con la antepasada que concibió sin estar en nupcias, etc..
- De la réplica por lo que tu madre o abuela materna resintieron en sus embarazos: ¿qué emociones experimentó tu madre durante tu gestación?, ¿y tu abuela?, ¿disponían de hogar propio?, ¿cómo eran sus relaciones de pareja?
Es habitual que la mujer que en su primer embarazo desarrolla una diabetes, ésta se mantenga como engrama o rail activando la diabetes en las siguientes concepciones. En este caso hemos de ir a buscar la primera vez que se manifestó.
Diabetes insípida
Este tipo de diabetes se caracteriza por la gran cantidad de líquidos que se eliminan. Características a tener en cuenta:
- El líquido representa la figura materna por excelencia. Por tal motivo hemos de cuestionarnos a qué situación debo hacer frente, ligada con la madre o rol materno y en términos de supervivencia.
- Necesidad de limpiar, echar agua para deshacerse de algo: “palabras que envenenan”.
- El líquido también simboliza la liquidez: “el dinero (= líquido) es sucio”.
Síntomas
- Sed desmesurada.
- Orina abundante.
- Bulimia (comer compulsivamente).
- Cansancio y debilidad.
- Lengua y garganta secas.
- Altos niveles de glucosa en sangre y orina.
- Adelgazamiento.
- Irritabilidad y cambios del estado de ánimo.
- Malestar en el estómago.
- Vómitos.
- Vista nublada.
- Cortes y rasguños que no se curan, o lo hacen lentamente.
- Picazón o entumecimiento en manos o pies.
- Continuas infecciones en piel, encías o vejiga (cistitis).
Reflexiones
Una de las leyes del inconsciente expresa que el otro no existe, en base a lo cual siempre estás frente a ti mismo. Entonces cabría preguntarte:
- “¿Para qué te niegas el amor?”
- “¿Te mimas, atiendes y amas profunda e incondicionalmente?”
En la vida prevalece la ley causa / efecto. Al igual que un boomerang, aquello que das es aquello que recibes. Si quieres recibir, primero has de aprender a dar: sin expectativas, sin apegos, amar por el simple placer de amar. Y por otro lado, ¿te permites recibir? Generalmente los seres humanos no hemos sido educados para ello.
Hay ocasiones en las que incluso necesitando algo no nos atrevemos a reconocerlo, cuanto menos entonces a pedirlo. En otras, al no sentirnos merecedores (= víctima, baja autoestima, culpa, autocastigo), simplemente no nos abrimos a la dulzura que en sus múltiples variantes la vida nos entrega.
Y de cualquier forma, recuerda que toda enfermedad es una invitación al cambio, porque te muestra dónde no estás siendo honesto contigo mismo haciendo aquello que realmente no sientes ni quieres hacer.
Si hoy estás leyendo estas líneas significa que estás vivo. Este instante pone a tu alcance un infinito número de posibilidades.
Muestra agradecimiento, ¡la vida te lo devolverá con creces!