¿Qué es el incesto simbólico? ¿Cómo puede éste afectar tu vida?
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¿Qué hay tras los conflictos de pareja?
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Desde la © Descodificación Biológica Integrativa (DBI) entendemos que la inmensa mayoría de los problemas de pareja, -ya sean éstos de carácter sexual, incomunicación, desconfianza, falta de intimidad, etc-, resultan de mantener una "relación incestuosa", más simbólica que real, entre ambos miembros.
La información que nos programa a vivir este tipo de circunstancia puede ser: Incesto simbólico
Transgeneracional
Repetimos los dramas no expresados. Por ejemplo, si eres doble de una abuela que una noche sí y la otra también se veía obligada a mantener relaciones sexuales dentro del matrimonio, tú podrías tener muy buenas amistades, sí, pero ninguna de ellas llegarían a cuajar en compromiso. Indagando un poco más comprobaríamos que estas personas, por fechas, serían afines al abuelo en cuestión.
Proyecto Sentido Gestacional
Hace mención a la información que nos llega de mamá incluso antes de nuestro nacimiento. Este periodo abarca desde 9 meses antes de la concepción, durante la gestación y hasta los 3 años de edad.
El mensaje podría ser concerniente, por ejemplo, a una experiencia de amor imposible o a un matrimonio impuesto que, en el caso de no hacerme consciente de ello, determinará consecuentemente mis relaciones.
Etapa Infantil
También los primeros años de nuestra vida afectan nuestras relaciones futuras, y no sólo las de pareja:
- ¿He sentido presentes a mis padres o he sufrido su carencia?
- ¿Quién era "mi preferido", mamá o papá?
- ¿Era la mía una mamá afectuosa?
- ¿La relación entre ellos era de amor?
- ¿Hubo malos tratos?
- ¿Me sentí importante para ellos?
Ejemplo: Imaginemos que yo, siendo niña, hubiera sentido un fuerte vínculo con papá. En este caso, una vez adulta, querré repetir esa misma relación de atención, cercanía, cariño, protección... pero también, de igual forma, de haberse tratado de infamia, rechazo, humillación, etc.
Por tal motivo, podré conocer muchos hombres, pero me enamoraré únicamente de aquellos que sean afines con mi padre por fecha, parecido físico, nombre, profesión, etc, para obtener una experiencia de similares características, aunque literalmente opuesta. Incesto simbólico
No vemos, interpretamos
Ten en cuenta que nuestro inconsciente reconoce en la pareja al personaje que representa, y no a la persona en sí (te lo explico con más detalle unas líneas más abajo). Los psicoanalistas Sigmund Freud y Carl Gustav Jung contemplaron y estudiaron este tipo de relaciones, y las dieron a conocer como Complejo de Edipo y Complejo de Electra:
- Complejo de Edipo: El hijo busca a su madre.
- Complejo de Electra: La hija busca a su padre.
Además también se encuentra el Complejo de Edipo o Electra invertido, que ocurre cuando es el niño quien busca a su padre y la niña a su madre. Entendemos que generalmente son los padres, naturales o no, quienes se ocupan de los hijos. En los casos que no sea así, hemos de considerar a la persona que haya ejercido la función paterna o materna con el niño: Abuelos, hermanos, tíos, etc. Incesto simbólico
Indaguemos en el árbol
Quizá sea el incesto, siempre en términos de real o simbólico, el drama que más se repite e influye en la generalidad de los árboles genealógicos, al menos en lo que se refiere a mi propia práctica como acompañante en © Descodificación Biológica Integrativa (DBI) y facilitadora de Constelaciones Familiares.
Hablamos de incesto simbólico cuando: Incesto simbólico
- Mi pareja y yo somos dobles (accede al post "Haz fácilmente tu Árbol Genealógico" -también en YouTube-, dónde explico en profundidad el significado de este término),
- Mi pareja es doble de mi padre, de mi madre o de ambos.
Incesto simbólico
Incesto simbólico
Mi pareja y yo somos dobles
Comienzo aclarando que cuando hablamos de dobles hemos de tener en cuenta, además de las fechas, el parecido físico, el nombre, la profesión, etc, así como lo que conocemos como dobles espejo.
Ser dobles en la pareja indica que nuestra relación es de hermanos simbólicos, es decir, que tanto mi inconsciente biológico individual, como el familiar y el colectivo, percibe en la pareja a mi hermano... con el que voy a tener relaciones sexuales (= incesto).
Por regla general, el primer encuentro entre ambos es de amor a primera vista, lo que vulgarmente conocemos como flechazo. Más tarde, la relación puede derivar en:
- Noviazgos muy largos, o continuar en pareja sin una vida en común, donde con frecuencia están separados por largos periodos por motivos diversos, como puede ser a causa del trabajo.
- Relación de vida en pareja, que si bien es muy apasionada en el terreno sexual los primeros 4 o 5 años, finalmente tiende a reducirse a una simple convivencia carente de pasión.
Estas relaciones suelen acompañarse de un sentimiento de culpa, llegando a asumir el sufrimiento, siendo que, al mismo tiempo, ninguno es capaz de terminar con la relación... ¡y es que no es tan fácil cortar el vínculo entre hermanos! Incesto simbólico
Sentido Biológico
¿Cuál crees que será el Sentido Biológico de la unión entre hermanos? (recuerda que para el inconsciente esto es real). Efectivamente, la respuesta es para evitar tener descendencia (origen de algunas infertilidades). Sin embargo lo que suele ocurrir es que se tengan hijos.
Comúnmente la descendencia experimentará la ausencia de la madre, del padre o de ambos, y arrastrará esta carencia hasta sus propias relaciones. El resultado es obvio, puesto que es el niño / la niña quien busca en el otro a la mamá o al papá. Por supuesto, la pareja comparte el mismo conflicto y se encuentra con la idéntica necesidad de sobrevivir. Ya lo dice el refrán: "Dios los cría y ellos se juntan". Incesto simbólico
Hermanos simbólicos
Desgranemos la información un poquito más. Puesto que el vínculo inconsciente es el de hermanos, la relación de pareja será una mera representación de aquella otra que, durante la infancia, mantuve con mis propios hermanos:
- Si fue la mía una experiencia donde hubo comunicación, tolerancia, respeto, camaradería, etc, entonces mi relación de pareja será amorosa, que no apasionante como ya hemos visto.
- En cambio si mi vivencia estuvo bañada de silencios, distanciamientos, envidias, enfrentamientos, abusos de autoridad o desencuentros, éstas mismas características serán las que en mi vida de pareja procedan.
Sin embargo considero que hay algo todavía más triste, doloroso y absurdo si cabe, mientras vamos como zombies por la vida manejados por el inconsciente. Y es que no solo dañamos la relación de pareja, por descontado y en primer término la nuestra con nosotros mismos, sino que además, a la llegada de los hijos, volcamos nuestras necesidades sobre ellos.
Castración emocional
Así es, además de en la pareja perseguimos la tan ansiada aprobación y protección de papá y mamá en nuestros hijos, que habitualmente vienen siendo dobles de uno u otro, castrándoles su vida. No puede ser de otra manera tras haberles otorgado un rol que no les corresponde, puesto que dejan de ser hijos para ser padres... dando lugar a que se repita la historia.
¿Es esto cierto?, ¿realmente mi pareja es mi hermano/a? Para mi mente consciente no, desde luego, pero no olvidemos que la mente subconsciente es quien rige nuestra vida. Quizá pudieras preguntarme: ¿qué he de hacer entonces para que esta información deje de interferir en mis relaciones? Incesto simbólico
- Indudablemente lo prioritario es tomar consciencia de ello.
- Indagar en tu sistema familiar a fin de hallar el motivo que está dando lugar a dicha experiencia.
- Cambiar tu percepción del otro (tus ojos perciben una información muy diferente a la que recibe tu subconsciente).
- Por último, observa dónde estás siendo reactivo en lugar de proactivo. Modifica tu actitud, de tal forma que donde antes reaccionabas automáticamente ahora lo hagas de manera diametralmente opuesta. Tan sencillo como esto.
Incesto simbólico
Mi pareja es doble de mi padre, de mi madre o de ambos
Como ya te he comentado anteriormente, aunque haga referencia al padre y a la madre siempre hemos de enfocarlo hacia la persona que desempeñó el rol paterno y materno, respectivamente.
¿Quién necesita de papá o de mamá? También en este caso la respuesta es sencilla: el niño. Por consiguiente ya tenemos algo claro: estamos frente a una persona inmadura, emocionalmente hablando, que se niega a abandonar el nido y sigue mirando a sus padres, por supuesto a un nivel inconsciente.
Esta es la razón de que junto a mi pareja me sienta en territorio conocido. Es decir, los rasgos que adornen la relación, sean los que fueren (apoyo, posesión, autoritarismo, celos, etc), vienen determinados por la interacción que mantuve durante mi infancia con mis padres. Incesto simbólico
Papás ausentes o sobreprotectores
Veamos unos ejemplos:
- Si papá se mostró exigente en cuanto a mis notas escolares y mi consorte es su doble, éste vivirá exigiéndome que haga las cosas perfectas (aunque en realidad quien se exige siempre es uno a sí mismo).
- O si mamá siempre estaba con la cantinela de que debía ordenar mi habitación, mi partener será una persona en exceso ordenada y meticulosa en todo lo que a mí se refiera.
Por último, tanto si papá y/o mamá fueron sobreprotectores como si estuvieron ausentes, querré que mi pareja me trate como el padre o la madre que me dio todo, o esperando que me ofrezca lo que nunca tuve: cuidados, protección, guía... ¡o libertad! Incesto simbólico
Reflexiones
Partimos de un hecho incuestionable: nadie puede vivir algo en su madurez, que previamente no haya vivido en alguna etapa anterior de su vida. A tal fin:
- Si en mi hogar recibí amor y eso es lo que conozco, será igualmente lo que reconozca en mis relaciones (amorosas).
- Si lo que prevaleció siendo niño fueron gritos, agresiones, falta de respeto o imposiciones, representaré en el teatro de la vida el personaje que me es familiar, junto al resto de actores de la misma obra, aunque éstos ahora posean rostros o nombres diferentes. Incesto simbólico
He de subrayar que mientras estamos identificados con el cuerpo, nuestra función radica expresamente en la supervivencia. En consecuencia, transitamos nuestra infancia, juventud, y muchos incluso gran parte de la adultez, inmersos en un mar de confusión a la espera de aquel que colme nuestro hambre de amor.
Nuestra vida, una vida que nos es dada para amar y ser amados, se convierte entonces en un patético molinillo girando entorno a la desamparada figura de nuestro niño interior. De no hacernos conscientes y poner fin a esta locura, concluirá por ser la herencia que recojan nuestros hijos. Incesto simbólico
No son nuestros conscientes que se enamoran, son nuestros inconscientes que se atraen.
Si elegimos a nuestra pareja desde la carencia, es porque necesitamos de su aprendizaje para evolucionar. Por lo tanto hemos de transitar, inevitablemente, las experiencias que nos lo aporte. El otro siempre me trae una información que yo, inconscientemente, estoy pidiendo, pero que conscientemente me molesta y hasta rechazo.
Si cuando tiene lugar el conflicto soy capaz de parar e intentar ver lo que hay más allá de la ofensa, me daré cuenta de la razón o funcionalidad que da soporte a esta experiencia y, por consiguiente, de lo que me viene a enseñar.
Y cuando ambos miembros integran esta información... la relación transmuta, aunque no sepamos hacia donde:
- Permitiendo que cada cual prosiga su camino, con bendiciones y sin resentimientos.
- Alumbrando la verdadera relación fruto del amor, comprensión, libertad y respeto mutuos.
Como colofón de este artículo, te dejo con este escrito del tan querido y apreciado Alejandro Jodorowsky.
Incesto simbólico
Incesto simbólico
Nudo incestuoso, ¿qué provoca este nudo?
El nudo incestuoso nos impide salir al mundo, expandirnos, amar y emparejarnos de verdad, fuera de la relación con los padres y hermanos. Este nudo no se manifiesta en la superficie. Un hijo no hace pareja formal con su madre ni tiene relaciones sexuales con ella aunque esa sea su pulsión básica, sino que buscará mil formas de organizar su vida para enmascarar sus impulsos y adaptarse con más o menos éxito a ellos.
Posibilidades
Son diversas las formas de enmascarar un nudo incestuoso, veamos diez posibilidades:
- Expresar a boca llena o de manera sutil que nadie es mejor que mi papá, mi mamá, mis hermanitos. "Nadie cocina mejor que mi mamá, "nadie es más listo que mi papá", "o nadie tan fuerte como mi hermano".
- Conservar las ideas políticas de los padres, las creencias religiosas, rechazo a aprender otras lenguas que la materna...
- Apegarnos a personas con el mismo nombre que la madre/padre, hermano/a...
- Tener sexo, o emparejarse con alguien que se parece a la madre / padre. Puede ser en el físico, en el nombre, en la profesión. Pero sin superarlo: padre médico, pareja enfermero; padre vende petróleo, pareja trabaja en una gasolinera, etc.
- No llegar nunca a emparejarse, mantener amores platónicos que nunca llegan a consumarse, personas de otras razas, parejas mucho mayores de edad, etc.
- Hacerse cura o monja, como forma de sublimar la entrega total a la madre o al padre.
- La promiscuidad, “si estoy con muchas, no estoy con ninguna, porque en realidad estoy con mi madre”.
- Vivir en la misma casa que el padre/madre..., frecuentarla de manera obsesiva, sin sentido, o conservarla por encima de todo.
- Cuidar ancianos como profesional o voluntario.
- Seguir dependiendo económicamente de los padres, o de algún arquetipo paterno, como el estado.
Si con la metagenealogía aprendemos que el lema del nudo incestuoso es “DENTRO”, con la psicomagia realizamos metafóricamente las pulsiones reprimidas. De esta forma comenzamos a hacer lo que antes parecía imposible: partiendo del amor de los padres como núcleo, salir de las fronteras de la familia. ¿Quieres saber más?
Incesto simbólico
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